{{title}}
{{buttonText}}
Huerto Retiro Madrid apertura

Un huerto para todo el año en el Parque del Retiro (Madrid)

Los felices aprendices de hortelano en el corazón Madrid

30/11/2023 –

Actualizado: 21/12/2022

Fotografía: Sofía Moro

Hay 60 personas que son felices cada martes y jueves, a tan solo un par de kilómetros de la Puerta del Sol. Inclinan sus lomos sobre una esquina de tierra del Retiro, un huerto ecológico gratuito que es un pequeño milagro. Para escapar del ruido, el humo y la asfixia un par de horas a la semana solo hay que apuntarse. El olor de la tierra sana la vida de estos afortunados.

Compartir

Finaliza septiembre, pero en el recibidor de La Cabaña del Retiro -un huerto tan recogido como vivo- la actividad no para. ¿Quién dijo que en otoño e invierno los sembrados se van a dormir? Ni de broma. Daniel y sus alumnos se despiden porque acaba el curso que comenzó en el octubre pasado. Este adiós es para los alumnos, la tierra no para, las plantas tampoco. Los tomates, judías de Egipto, el amaranto, siguen aferrados a la vida, pero avanza la preparación del suelo. Empieza la aventura de otra estación clave en los bancales.

Huerto del Retiro
El girasol a finales de septiembre, un lujo de recolección.

“Estamos en un huerto de rotación”, explica Daniel, el responsable del huerto. Tiene que preparar el lugar para los futuros alumnos del curso que empieza en octubre y eso lleva sus rituales. Este hombre se sustancia con el suelo y las plantas que le rodean, de manera que los elementos -tierra, plantas, Daniel y sus alumnos- se funden para generar una atmósfera contagiosa.

Huerto del Retiro
Talla de elaboración propia de madera reciclada y bancales de espinacas y otras verduras.

Septiembre

Se respira buen rollo entre los aprendices de hortelano. Aunque sean las últimas jornadas, se ve en sus caras de satisfacción. “Es un profesor tan generoso y especial”, murmura Juan, uno de los alumnos. “Y ameno y sabio”, apunta a su lado otra hortelana. El profesor sabe que volverán. “No los dejo de la mano, pueden venir por aquí siempre, pero teniendo en cuenta que no deben interrumpir demasiado en las nuevas clases. Les ayudamos en el seguimiento”.

Huerto del Retiro
El aula ambiental del Retiro acoge a todo el que se apunta a tiempo.

Este hortelano de lujo que es Dani , un tipo que ama lo que hace -ya sea el huerto y la vida al aire libre, como clases de chi kung , yoga o taichí- luce un talante activo, consciente de que es un privilegiado por estar en el lugar que inocula fuerza a los alumnos. “Tenemos 15 por clase, martes o jueves, 60 alumnos por año”, explica.

Huerto del Retiro
La cooperación es clave entre los alumnos.

En un momento en el que dedica la atención de las plantas y los encargados de podar con mimo, toma un puñado de tierra para abonar y da a oler la tierra a los alumnos. Fundamental… Acaba de hacer tales sugerencias sobre las virtudes de la albahaca -con una hoja entre sus manos- no solo para ensaladas y pasta, sino para otros muchos platos, que dan ganas de pedirle recetas.

Huerto del Retiro
Abono, el olor de la tierra. No todo sirve, depende del suelo.

A la pregunta de si habrá que esperar a la primavera para ver el huerto esplendoroso, la carcajada de los alumnos a punto de “licenciarse” es comprensible. “Venid por aquí en unas semanas, para noviembre. Váis a descubrir que el huerto en otoño e invierno no descansa; al contrario, necesita de una actividad cuidada y mimos”.

Huerto del Retiro
Plantar con mimo, con los pies bien pegados al suelo que da fuerza.

Tomates, fresas, colinabo, la planta de la borraja -ojo, avisan, se la comen los caracoles aunque haya llovido poco-. Esperan a la berza y la acelga. Las virtudes culinarias de ambas son motivo de conversación mientras recogen las últimas fresitas entre flores que no se pelean con las hortalizas.

Huerto del Retiro
La cosecha es corta, casi simbólica, ¡pero reparte alegría entre los alumnos!

Noviembre

Para noviembre, cuando el frío debería haber llegado pero se retrasa como síntoma de los cambios del clima, las caras de los alumnos son distintas. “Hemos empezado otro curso”, puntualiza Dani, mientras espera a los nuevos, cada uno con su tijera y sus guantes. “Les damos todo lo que necesitan aquí, salvo eso, tijeras y guantes”.

Huerto del Retiro
Preparándose para el invierno.

Pero antes de empezar con la tarea, cuando ya estamos todos -la visita incluida-, Daniel coloca a los alumnos en un corro, les pide que planten bien los pies en la tierra que van a trabajar y comienzan las respiraciones profundas. Nadie rechista, al revés, se lo toman muy en serio.

Huerto del Retiro
Las herramientas fundamentales esperan. Los móviles quedarán aparcados dos horas.

“El círculo crea cercanía con el profesor y entre todos; tomamos conciencia de dónde estamos, evitamos lesiones con la azada al hacer estiramientos suaves, enfocas que estas entrando al huerto, que es mejor dejar tus condicionamientos fuera, estamos en el centro de la urbe, mucha gente viene atacada, y así creamos una sensibilidad”, explica el hortelano después.

Huerto del Retiro
Las tareas de limpieza y recolección se distribuyen por equipos.

“Creo que son unos conceptos básicos de chi kung”, subraya más bajito una alumna cocinera, de nombre Maribel Picó, que lleva ya metido en vena esto del huerto y la tierra. “En 2017 dejé lo de la cocina, tan dura. Aquí ves la trazabilidad del producto hasta que llega a la mesa; de la siembra en el huerto, a la mesa. Nos olvidamos del teléfono, de las redes sociales”, cuenta con rostro realmente feliz. A su lado Julia añade, sin dejar de plantar, que “desaprendemos tantas cosas que habíamos aprendido mal. Aquí cada mañana es un reto para vivir con alegría”. Dan envidia.

Huerto Retiro Madrid estiramientos
Estiramientos que evitarán lesiones de la azada o de la carretilla.

“En la temporada de otoño-invierno se pueden seguir cultivando especies que se adaptan a las dos temporadas: acelga, lechuga, achicoria, rabanito, zanahoria… Hay otras que son propias de esta temporada y muy conocidas: cebolla, puerro, coliflor, brócoli , repollo, habas, remolacha, arveja, ajo , espinaca y escarola”, resalta el profesor mientras supervisa que cada uno de los alumnos, por parejas, se ponga a las tareas ya repartidas.

Huerto del Retiro
Tomates, berenjenas,pimientillos, espinacas… poco, pero sabroso para los hortelanos.

Tal y como pronosticó el responsable de este huerto de rotación qué es La Cabaña medioambiental, quedan tomates agradecidos y lucen algunas berenjenas, pimientos… Es un placer verlos sobre las espalderas en sus ramas, pese a que han llegado los primeros fríos.

Huerto del Retiro
El huerto del Retiro también acoge otros habitantes a los que les gusta la lombarda.

“Hay que tener cuidado porque con los primeros fríos las hojas se congelan y se queman. Vamos a quitar los tomates, por ejemplo, pero se quedan las estructuras para que crezcan los guisantes; conviven. Eso es la rotación de cultivos, quitas cosas del huerto y preparas, recoges, barres el suelo para las siguientes…”.

Huerto del Retiro
La recogida de hojas del otoño-invierno para el compost.

Aplicar la lección en casa

En eso llega María Jesús con sus hojas en la carretilla para los dos cajones grandes del compost. “Aquí no tenemos sitios para dejar una tierra en barbecho, que sería lo justo”. Son un huerto ecológico donde no utilizan productos químicos y trabajan con la asociación de las plantas, unas pueden convivir y otras no.

Huerto del Retiro
El colorido de hierbas y verduras es tan hermoso a veces como las flores.

Como dijo Laura Harguindey, la coordinadora del proyecto de La Cabaña, también sirve de aula donde aprender, en cada uno de los modestos y cuidados bancales. Se trata de que la gente que vive en un territorio tan brutalmente urbano como Madrid pueda continuar con lo aprendido aquí, luego en sus casas, ya sea una jardinera o macetas en ventanas, balcones, terracitas…

Huerto del Retiro
Agachar el lomo ante cebollino, puerro o lo que se ponga, sin quejas.

Daniel reparte la cosecha entre los 15 alumnos de martes y los 15 de jueves. No da para mucho, pero lo que les toca les sabe a gloria. Mientras trabajan en cada parcelita con la tarea que a cada uno le ha tocado, los retazos de conversación, las preguntas al profesor, se cruzan con las ráfagas de viento suave de este otoño-invierno de Madrid. Brisas suaves, pero irritantes cuando acabas de agrupar tu montón de hojas para echarlo en la carretilla.

Huerto del Retiro
Sacar la raíz de una maceta para plantar también lleva instrucciones.

Toca una de abonos, “porque no todos los abonos son igual de buenos. Depende igualmente del tipo de suelo que tengáis bajo vuestros pies. El de caballo o el de oveja pueden ser estupendos, pero a lo mejor fuertes, dependiendo de qué tierra. Si tienen mucho nitrógeno pueden quemar el suelo. La tierra necesita tiempo, ir despacio. Cuanto más tiempo le demos para recuperarse, más lento será el avance de la desertización. No podemos trabajar ya sin pensar en la situación climática que tenemos”, cuenta el profesor mientras saca la plantita de una maceta.

Huerto del Retiro
La colaboración en la plantación es clave.

Llega el momento de escuchar criterios para compaginar un cultivo con otro, así que las azadillas y las tijeras se dejan en el suelo. “No mezclar la misma familia botánica, sino los que se complementan unos con otros. Ahora, por ejemplo, es un buen momento para las plantas de raíz, como el ajo, las leguminosas como habas, guisantes, judías, lentejas…”, les cuenta Daniel.

Huerto Retiro Madrid riegos
El riego en este suelo es automático, no queda otra opción.

Previamente cada curso les muestra un excel para que entiendan la rotación de cultivos, quienes pueden asociarse y quienes no. “Por ejemplo la berenjena va a convivir bien con las lechugas; a las coles no les gustan los puerros, quizá necesitan lo mismo de la tierra; tomates y pimientos conviven, como ajos y calabacines”.

Huerto del Retiro
La planificación del curso en detalle con sus clases de plantas.

Las 15 caras de estos aprendices de hortelanos rezuman interés, algo parecido a la plenitud; alguna, incluso, se lleva las plantas a la nariz; otro hunde las manos sin guantes en la tierra. Es tiempo de añadir materia orgánica, les ha dicho el profesor. Lo que queda claro es que en este lugar recogido, en el corazón de Madrid, a un par de kilómetros de la Puerta del Sol, unos cuantos han sabido buscar el privilegio de encontrarse aquí en una terapia de vida que logra dejar afuera lo árido de los tiempos. Todo un logro.

Huerto Retiro Madrid alumnos
Parte de los último grupos del Aula Ambiental de la Cabaña del Retiro y los profes.

Te puede interesar