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Restaurante La Regadera.

La cara más moderna de Córdoba

La joven milenaria

Actualizado: 16/03/2017

Aunque parezca que la Córdoba del pintor Julio Romero de Torres y del torero Manolete sigue a la orden del día, una ola de modernidad se ha colado en la ciudad de unos años a esta parte y la está transformando a todos los niveles. Son los herederos de aquellos artistas que, como Equipo 57, coincidieron aquí hace 60 años, gente que recorre el mundo y regresa para quedarse definitivamente.

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Cada vez más, los viajeros pedimos experiencias diferentes y conceptos gastronómicos que nos sorprendan, amén de reconocernos en las nuevas tendencias y las modas que van tomando las ciudades: los gastrobares, los brunchs, lo vintage, lo ecológico, las barbas hipster, las bicicletas, las cervezas artesanas, los productos de kilómetro cero… A Córdoba también han llegado. Incluso el último acontecimiento gastronómico nacional, la apertura del galardonado restaurante Noor, del cordobés Paco Morales, hizo su trabajo atrayendo numerosos foodies y amantes de la buena mesa a esta ciudad accesible y encantadora Patrimonio de la Humanidad.

La Ribera. Foto: Javi. Flickr.
La Ribera. Foto: Javi. Flickr.

Jóvenes (y no tan jóvenes) con proyectos y locales interesantes van asentándose y haciéndose "clásicos de la modernidad" o híbridos de ambos mundos ahora que la vuelta al origen es lo que se busca. El Paseo de la Ribera, con su luminosidad y sus animadas terrazas, o la reciente apertura del C3A (el Centro de Arte Contemporáneo de Andalucía) son una buena muestra de este nuevo ambiente refrescante. A un lado y al otro del río, la ciudad va encontrando su sitio y el Puente Romano se alza como símbolo de un pasado que se readapta a la modernidad. Seleccionamos algunas novedades del paisaje, entre las que están celebradas aperturas y otros que abrieron camino y siguen cosechando éxitos.

Centro de Arte Contemporáneo. Foto: Facebook.
Centro de Arte Contemporáneo. Foto: Facebook.

Qué ver

C3A (Plaza Cruz del Rastro)

No es el nombre de un robot sino del Centro de Creación Contemporánea (3C) de Andalucía, cuya fachada de centenares huecos hexagonales se iluminan por la noche al otro lado del río, para recordarnos que otra Córdoba existe. El edificio es obra de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano. Una estructura que tiende puentes entre el pasado y el presente en una ciudad aparentemente poco dada a lo “contemporáneo”. Este centro de creación y producción promete ser un centro de referencia al estilo de la Casa Encendida de Madrid según el director del C3A, Juan Antonio Álvarez quien subraya la “fuerte implantación cultural de la contemporaneidad en la ciudad, sobre todo en el campo del cine y de la poesía”. Esta será la nueva sede de la Filmoteca de Andalucía, 800 metros cuadrados de biblioteca y videoteca y más de 13.000 volúmenes de cine y audiovisuales para el disfrute del ciudadano.

Foto: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
Foto: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

Centro de Arte Pepe Espaliú (Rey Heredia, 1)

Si la Creación Contemporánea tuviera nombre y apellidos en Córdoba, se llamaría Pepe Espaliú. El artista cordobés, con obra en el Museo Reina Sofía, fue un artista completo que trabajó la pintura, la escultura, la poesía e indagó en el mundo de las performance cuando apenas arrancaban. Se desarrolló en Barcelona y París, aunque el grueso de su obra, en los años 80 tuvo gran proyección en ciudades como Ámsterdam, Nueva York y París. Córdoba tardó en abrir un centro dedicado a su figura, pero en 2010, por fin, medio centenar de obras de su etapa más conceptual volvieron a su ciudad. La exposición puede verse en una casa-patio del siglo XVIII y el servicio de guía es más que recomendable.

Centro de Arte Pepe Espaliú. Foto: Turismo de Córdoba.
Centro de Arte Pepe Espaliú. Foto: Turismo de Córdoba.

En una plazoleta animada por las terrazas, próxima a la Mezquita, el centro de arte contemporáneo Rafael Botí invita a entrar aunque solo sea para un vistazo rápido de algunas obras sobre Córdoba del pintor, de cuando se inició en la Escuela de Artes y Oficios dirigida entonces por Mateo Inurria, con un profesor de dibujo de excepción, el pintor Julio Romero de Torres. Además, es un centro con interesantes cursos, talleres y todo tipo de actividades culturales.

Centro de Arte Moderno Rafael Botí. Foto: Mamadú Dabó.
Centro de Arte Moderno Rafael Botí. Foto: Mamadú Dabó.

Qué comer y beber

Noor (Pablo Ruiz Picasso, 8)

El regreso del chef Paco Morales a su barrio de toda la vida, Cañero, con la idea de recrear cómo comía Abderramán III en Medina Azahara, lo ha convertido en algo único en el mundo, que no podía estar en otro lugar que en Córdoba “una ciudad a un nivel cultural e histórico máximo que siempre ha querido decir mucho, pero con un recorrido largo aún por hacer”. De los manuscritos que se conservan del período de Al Andalus, y con la ayuda de la historiadora Rosa Tovar, Morales ha diseñado un menú que en marzo será sustituido por una nueva propuesta que gira en torno al siglo X y los 27 reinos de taifas.

Restaurante Noor. Foto: Mamadú Dabó.
Restaurante Noor. Foto: Mamadú Dabó.

La Furgo (Ronda de Isasa, 7)

Inspirados en los food truck americanos, este divertido restaurante ha dado en el clavo y se ha convertido en uno de los nuevos lugares de moda de La Ribera. Con una variada carta de platos inspirados en distintas cocinas del mundo, Manuel Morilla invita a disfrutar de una cocina diferente en la ciudad (por supuesto, con opción take away). El local también dispone de un pequeño escenario por el que pasan artistas de todo pelaje, una carta de cócteles bien elaborados y una terraza a pie de calle en ‘primera línea de La Ribera’. Prueba su curry de pescado y marisco, el tartar de atún con tortillitas de camarones, los tacos mexicanos o su Chinese Chile soup con apio fresco, langostinos, setas shitake, huevo y tres tipos de chile.

Barra de La Furgo. Foto: Facebook.
Barra de La Furgo. Foto: Facebook.

La Boca (San Fernando, 39)

Este clásico de la modernidad (lleva más de 13 años en el entorno de La Ribera, pero no en primera línea) cuenta con una legión de seguidores (si vas el fin de semana es imprescindible reservar). Desde que Urbanismo les prohibiera usar el patio central han perdido un poco de chicha, pero esta antigua casa rehabilitada con mesas camilla, cocina moderna y buena música sigue siendo uno de los locales favoritos de los cordobeses. Novedades como la nueva decoración prometen sorprender pero siempre con su cocina abierta a deshoras, productos de kilómetro 0 (gran parte de su huerta propia en la localidad de La Rambla) y horno de leña. Otro de sus puntos fuertes es su menú vegetariano diario con productos de temporada. No te vayas sin probar algunos de sus platos fast food (pero elaborados con cariño): la Japoburguer, el Tabaco (tataki de atún en un taco) o su bocadillo de callos que en realidad es un Bao japonés.

Gyozas rellenas de verdura y alga wakame en La Boca. Foto: Mamadú Dabó.
Gyozas rellenas de verdura y alga wakame en La Boca. Foto: Mamadú Dabó.

El Perro Andaluz (San Fernando, 39)

Justo al lado de La Boca, esta neotaberna sirve solo vinos de la denominación Montilla-Moriles, cervezas artesanas cordobesas como El Perro Flaco o La Bandolera (o litronas) o agua, pero de grifo. Un local muy vintage pero regentado por taberneros de la nueva escuela, donde podrás disfrutar de la cocina de La Boca en un ambiente más informal.

Así te reciben en el Perro Andaluz. Foto: Facebook
Así te reciben en el Perro Andaluz. Foto: Facebook

Amaltea (Ronda de Isasa, 10)

Cuando Raquel comenzó con este local de La Ribera, hace 17 años, nadie apostaba por los productos ecológicos en la ciudad. El entorno se encontraba en obras y el río, pese a ser un paisaje atractivo, era invisible para la ciudadanía. Todo eso cambió en poco más de tres años. Y la tiendecita ecológica de Raquel pasó a ser un restaurante que continúa siendo un éxito desde entonces. Productos frescos, de procedencia local y de cultivo ecológico y una carta de enfoque mediterráneo con algún toque asiático, son sus credenciales. Y aunque se actualizan cada temporada, hay grandes clásicos que nunca faltan. Una carta exclusiva vegetariana y otra para celíacos, además de su bodega de nuevos vinos andaluces y naturales (sin aditivos) y cervezas artesanas locales, redondean la propuesta. El encanto del local lleno de plantas y de vida y del equipo que lo regenta, entendidos en la materia, hacen de ésta una apuesta segura.

Fachada Restaurante Amaltea. Foto: Mamadú Dabó.
Fachada Restaurante Amaltea. Foto: Mamadú Dabó.

La Regadera (Ronda de Isasa, 10)

Luminoso, alegre y diáfano, y con una carta pequeña pero correcta, La Regadera es otra de las recientes llegadas a la Ribera, llevan un año y medio por la zona (aunque son conocidos en Córdoba). La filosofía del local es trabajar comida fresca y recetas tanto internacionales y modernas como tradicionales y revisadas para hacerlas algo mas divertidas, como la Mazamorra, que aquí se sirve con manzana y sardina ahumada. Todo está delicioso por lo que lo recomendable es compartir platos y dejarse llevar por las sugerencias. Pregunta qué hay fuera de carta.

Un hombre come en La Regadera. Foto: Mamadú Dabó.
Un hombre come en La Regadera. Foto: Mamadú Dabó.

La Bicicleta (Cardenal Gonzalez, 1)

El lugar perfecto para desayunar o tomar ese brunch que te dará la vida. Prueba sus tostas, como la de aguacate con boquerones, o su variedad de zumos naturales. Un local con un ambiente divertido, decoración alegre y eventos culturales en el que los productos de temporada son una máxima.

La Amapola (Paseo de la Ribera, 9)

Con este nombre tan sugerente y estética ochentera es este uno de los garitos con más solera y buen rollo de Córdoba. El lugar perfecto para tomar una copa (la primera o de las últimas, pues abre desde las 16 horas hasta las 3 de la madrugada). De los locales decanos de La Ribera, su terraza es maravillosa en cuanto las temperaturas lo permiten (que en Córdoba suele ser todo el año) pero tendrás dudas si quedarte en la terraza o en su interior, porque la música que se pincha en este local te invitará a estar a pie de pista.

¿Quién se resiste a esto? Foto: La Tarterie
¿Quién se resiste a esto? Foto: La Tarterie

La Tarterie (Rodríguez Marín, 3)

Si tienes antojo de algo dulce, este es el lugar adecuado. Cubre todas las necesidades de los bares más modernitos y su buen hacer ha convertido su pequeño local junto a la céntrica Plaza de las Tendillas en el perfecto oasis para una merienda de dioses. Tartas caseras para perder la cabeza, panes ecológicos, batidos de frutas hechos a la medida de los clientes… ¿Se puede pedir más?

Bar Limbo (Juan Rufo, 2)

No está en La Ribera, pero ni falta que le hace. Hasta él se peregrina en busca de la buena música y del buen ambiente. Ubicado en una antigua casa con patio, ofrece actividades culturales diferentes y destaca una pequeña galería de arte en la planta superior, el Limbo 0.

Varias personas en bar Limbo.
Varias personas en bar Limbo.

MERCADOS GASTRONÓMICOS

También los mercados modernos han llegado a la ciudad que cuenta con varios espacios diferentes. Primero fue el Mercado de La Victoria, en la zona más comercial de la ciudad, hecho sobre una antigua caseta de feria con una estructura de hierro que ya era una joya en sí. Es la opción más turística y gourmet de los tres. Más frecuentado por los cordobeses es el de Los Patios de la Marquesa, en plena judería, en un antigua casa solariega con tres patios en torno al que se distibuyen 16 puestos, algunos tan peculiares como la salmorejería, zonas para exposiciones y muestras y talleres de showcooking.

El último en llegar es el Ágora 83, más pequeñito que el anterior y ubicado en dirección a la sierra, en la avenida del Brillante, una de las zonas más exclusivas de la ciudad. A pesar de que el cordobés tiende a venir en coche, se puede ir dando un agradable paseo. Aquí se sirve en la mesa y su terraza con vistas a la sierra es una experiencia diferente.

La gente disfruta en los mercados gastronómicos.
La gente disfruta en los mercados gastronómicos.

Qué comprar

Ecomercado (Torre de Calahorra)

Del productor al consumidor sin intermediarios, y como escenario nada menos que los alrededores de la Torre de la Calahorra, al otro lado del río, un espacio que renace para el cordobés y para el viajero con este nueva vida alternativa que le da el mercado. El segundo sábado de cada mes, verduras, panes, frutas y otros productos convierten la zona en uno de los mercados más animados al aire libre de la ciudad.

La República de las Letras (Plaza Chirinos, 6)

Con su terracita en la Plaza de Chirinos, esta librería, aparte de traer a la ciudad lo mejor y lo último, organiza catas, microteatro, tertulias… y, cómo no, estuvo presente en una de las citas literarias más apasionantes de la ciudad, Cosmopoética. Una república de felicidad y cultura que siempre apetece visitar.

Librería La República de las Letras. Foto: Mamadú Dabó.
Librería La República de las Letras. Foto: Mamadú Dabó.

La Casa del Pedro Ximénez (Corregidor Luis de la Cerda, 75)

El vino de la comarca está de moda, de nuevo, y regresa con más fuerza que nunca para hacerle sombra a su eterno rival, los vinos de Jerez. Realmente la uva de Montilla Moriles es diferente, es la Pedro Ximénez. Esta tienda está especializada en el vino dulce que se extrae de esta uva, un zumo de pasas auténtico incomparable a otros vinos dulces. Aquí encontrarás la mejor selección de fino, jóvenes, amontillados y olorosos. Los aceites premium de la otra gran denominación de origen, la D.O Priego de Córdoba, también están presentes, además de productos delicatessen relacionados con el vino, desde mermeladas a patés, dulces, confituras…

El Santo Argentino (Lucano, 15)

En esta pequeña tiendecita, con pan caliente y dulces argentinos, encontrarás también uno de los aceites más premiados de toda la provincia, el del Rincón de la Subbética (también seleccionado por su diseño).

El Santo Argentino. Foto: Mamadú Dabó.
El Santo Argentino. Foto: Mamadú Dabó.

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