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Parque Natural de Aizkorri-Aratz

Zegama, Gipuzkoa/Guipúzcoa

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A pocos kilómetros de Zegama, unos picos recortan el cielo, lo muerden y lo desafían. Son Txindori y Aizkorri, dos soldados de la Naturaleza virgen, que salvaguardan el Parque Natural Aizkorri-Aratz. Vigías perennes que forman una auténtica muralla entre Guipúzcoa y Álava, mientras sobreviven entre la paz de uno de los enclaves más bellos del País Vasco. Integrados en la sierra de Aizkorri, estas cumbres conforman un espectacular macizo destinado a vigilar las casi 20.000 hectáreas del parque más extenso de Guipúzcoa.  Pero ellos no son los únicos que se detienen en estos parajes; otros lugares por los que circulan las leyendas también se enredan en esta guerra por las verdes praderas: son los dólmenes, las cuevas ancestrales, las antiguas calzadas romanas o el enigmático Paso de San Adrián. Este último es de los que más misterios alberga. Se trata de un túnel que la roca excavó bajo tierra y que fue conocido por los peregrinos que caminaban hasta Santiago como ‘uno de los puntos más altos del mundo’.  A los pies de este indómito lugar es donde decidió asentarse Zegama. Allí esta localidad se comunica con la magia natural que fluye por el Parque de Aizkorri-Aratz. No es de extrañar, por tanto, que las hayas y los robles hayan querido conformar su propia legión con el área de hayedos más extenso de Europa. Ellos también quieren su lugar dentro de la magia del parque. Un lugar en el que cuando nadie mira, todos y cada uno de los miembros de esta naturaleza toma vida, uniéndose en una especie de ejército de la Gipuzkoa verde.

Contacto

Localización

Aizkorri-Aratz, Guipúzcoa