Una laguna cuya agua brota del fondo

San Nicolás del Puerto, Sevilla

En las gargantas del cerro kárstico del Hierro, muy cerca de la localidad sevillana de San Nicolás del Puerto, aún se pueden oír, si se cierran los ojos, los chirridos de las vagonetas que llevaban el hierro hasta las instalaciones de la mina. A poca distancia, el contrapunto sonoro lo pone el rumor tranquilo del agua que mana del corazón del pueblo y que surte al río Huéznar de una biodiversidad rica en pleno Parque Natural Sierra Norte de Sevilla. El bullicio y las risas las ponen, muy cerca de allí, la playa artificial de la localidad. Y todo en torno a un pueblo que no supera los 700 habitantes, a 93 kilómetros de Sevilla.

En este espacio se puede practicar deportes de aventura, del paisaje y de la escalada. Pidiendo autorización, se puede hacer uso de las 16 vías de escalada que hay en este monumento natural, y cuyas chapas metálicas brillan al sol sobre las rocas. También senderismo o recorrer en bicicleta la Vía Verde, que conduce a San Nicolás del Puerto, con su espectacular y sorprendente laguna, una pequeña joya natural, cuya agua brota de un acuífero subterráneo. Este es el nacimiento del río Huéznar, que a escasa distancia comienza a dibujar sus bellas cascadas -donde no está permitido el baño- y su túnel verde, que conforma un bosque de galería, que surge en ambas orillas con especies como fresnos, alisos, olmos, sauces o higueras.