{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Bergara

Alma científica entra palacetes y nobles edificios

Compartir

Bergara es una villa ilustrada. Muy noble y muy leal villa, dice gráficamente su título. Hablan de ello las mansiones y palacios que jalonan todo su casco histórico. La casas Laureaga, Ozueta, Egino-Mallea u Olaso son algunos ejemplos del poderío de alguno de sus antiguos vecinos durante los siglos XVI y XVII. Balcones renacentistas, pilastras jónicas, escudos de armas, columnas y basamentos caracterizan este tipo de construcciones, que encontraremos junto a importantes templos religiosos como las parroquias de San Pedro de Ariznoa y la de Santa Marina de Oxirondo. El Real Seminario de Nobles de Bergara, junto al Ayuntamiento, es otra importante referencia arquitectónica y cultural del municipio. Abrió sus puertas en 1776 y tuvo un inmenso prestigio como semillero educativo no solo de la nobleza vasca, sino también de otras élites. 

El nexo de Bergara con la educación y la investigación científica continúa hoy en el Museo Laboratorium, convertido en el heredero espiritual del Real Seminario. El visitante puede tener también una toma de contacto con la naturaleza a través del anillo verde que circunda la localidad. Este recorrido permite admirar el paisaje, la vegetación y la fauna de los alrededores de Bergara y, de paso, obtener unas magníficas vistas del valle del Deba y de la propia ciudad. Por último, es recomendable una visita a la estación megalítica de Elosua-Plasentzia. Se trata de un conjunto de monumentos funerarios, entre dólmenes y túmulos, cuya fuerza aparece directamente ligada a la magia de la tierra. Como un alma que perdura. Así se muestra el municipio de Bergara.

Contacto