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Casasbuenas

Un pueblo nacido en torno a dos pozos gemelos

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Pozos, cereales y olivos: Casasbuenas. Un pequeño pueblo que no se entiende sin una visita a la plaza del Egido, donde se observan los brocales de los Pozos Gemelos. Hoy están tapados, pero la tradición dice que en torno a ellos nació y se ubicó la población. La historia, en todo caso, habla de restos celtibéricos y romanos en la zona y en documentos mozárabes del siglo XIII ya se cita como tal Casas Bonas.

En un recorrido por sus calles encontramos la coqueta plaza del Ayuntamiento, recientemente restaurada, peatonal, presidida por una casa consistorial en ladrillo visto y mampostería, coronada por un reloj. Los mismos materiales se repiten en la iglesia de Santa Leocadia, de planta rectangular y con una gran torre de estilo mudéjar del siglo XV. Igualmente señorial resulta la casa de Diego López de Ayala, conocida como el palacio o Casa de Cortezo. Fue construida a mediados del siglo XVI por Alonso de Covarrubias, arquitecto y escultor del que destacan obras tan importantes como el convento de las Carmelitas en Alcalá de Henares.

Si se desea salir del pueblo y caminar entre campos de olivos (son tierras pertenecientes a la denominación de origen Montes de Toledo), hay pistas en muy buen estado que conducen al embalse de Guajaraz en una caminata de menos de una hora (ida).

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