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Castellfollit de Riubregós

A la sombra de su castillo medieval

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En la comarca del Anoia, Castellfollit de Riubregós tiene origen medieval y creció al amparo de su castillo, que todavía hoy se alza majestuoso de entre sus propias ruinas. De la fortificación de entonces quedan todavía en pie dos de las cuatro torres en bastante buen estado, la Torre del Raval y la Torre de Ballet, ésta última restaurada hace pocos años. El casco antiguo conserva también su trazado medieval con la Plaça Major como punto neurálgico. Se trata de una plaza de forma rectangular y dos laterales porticados. En uno de los lados no porticados se encuentra la actual iglesia parroquial dedicada a la Verge del Roser y, al otro, el edificio del antiguo Ayuntamiento. Dos pequeñas iglesias de gran valor artístico completan el recorrido por Castellfollit de Riubregós: la Iglesia Prioral de Santa María, consagrada en 1082, y la Capilla de Sant Pere de Magrà, cuyo interior se encuentra en ruinas.

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