{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Larrabetzu

Un obligado alto en el camino

Compartir

Al llegar a Larrabetzu, el visitante se percata enseguida de que la calle Santa María es la arteria principal del municipio. Y no se debe únicamente al animado ambiente que ofrece la vía. Todo parece indicar que en torno a ella se empezó a desarrollar el casco histórico, declarado Conjunto Monumental en 1994 por muchos motivos que aparecen por el camino. 

La imponente iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a caballo entre el neoclásico y el barroco, reina sin discusión alguna, aunque enseguida aparece la plaza Askatasuna y los edificios que la rodean. El Ayuntamiento, una de las construcciones más representativas del lugar, se erige orgulloso junto a las pinturas murales del Palacio de Ikaza. No muy lejos se encuentra el de Anguleri, cuya estructura presenta tintes propios de los caseríos.

La fiesta de San Isidro, en el mes de mayo, es otra de las piezas interesantes de un puzzle que se completa a dos kilómetros de la villa, en el barrio de Goikolexea. Hasta allí merece la pena acercarse para admirar uno de los retablos hispano-flamencos más valiosos de toda la provincia, que se esconde en la iglesia de San Emeterio y Celedonio. Un zona de paso llena de sorpresas, desde luego.