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Nombela

El pueblo de la Península más alejado del mar

A los pies de la iglesia de Nombela, los mayores juegan a la petanca y arreglan sus males y los de todos. No hay prisas ni agobios más allá de los propios de la vida. Este pueblo de la comarca de Torrijos, en el noroeste de la provincia, es una buena representación de la tranquilidad del centro rural peninsular.

Una placa en la iglesia de la Asunción indica también que Nombela acumula siglos de historia: es villa desde 1579, hecho simbolizado por el rollo de justicia de la plaza de la Constitución, asentado sobre cuatro escalones de piedra y rematado por cuatro cabezas de animales y un templete cilíndrico.

Pero no es este el monumento principal de la localidad, sino la citada parroquia de la Asunción. Construida en el siglo XVI, cuenta entre sus elementos principales con una preciosa portada gótico isabelina labrada en granito, además de una esbelta torre-campanario con espadaña. En el interior, no dejará indiferente el zócalo de azulejos realizado en cerámica de Talavera (1567).

Tiene menos importancia arquitectónica la ermita del Cristo de la Nava, a la salida de Nombela, aunque a la talla del Cristo que alberga en su interior se le tiene mucha devoción en el pueblo. De vuelta al casco urbano, donde abundan los buenos ejemplos de arquitectura popular del XIX, aún quedan algunos lugares por visitar, como el ayuntamiento (ubicado en un gran caserón con torre del reloj) o la plaza de los Pilones, con tres grandes abrevaderos consecutivos. 

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