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Torrecilla de la Jara

Un verraco celtíbero entre campos de olivos

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En plena comarca de la Jara, entre campos y campos de olivos rodeados de suaves colinas, el término municipal de Torrecilla de la Jara está atravesado por numerosos vallecillos y arroyos; uno de ellos es el de Sangrera.

En la ribera de este río creció el pueblo de Torrecilla, pequeño caserío en cuya parte más alta (en la plaza de España, al lado del ayuntamiento) se encuentra la iglesia de San Miguel Arcángel, construida entre los siglos XV y XVI. Su espadaña de ladrillo, con cinco huecos para campanas, es el elemento más destacado del templo. Cerca, en la plaza de la Constitución, un verraco de piedra testimonia el paso de los celtíberos por estas tierras.

No son estos los únicos monumentos del pueblo, en cuyo casco urbano se encuentra el puente romano del arroyo Castaño. A las afueras, a unos dos kilómetros al oeste de Torrecilla, encontramos la ermita de la Virgen del Valle, edificada en el siglo XVII y con unos interesantes frescos del XVIII en su interior. Siguiendo la misma carretera se llega a La Fresneda, pequeña población que pertenece al municipio: su iglesia fue inaugurada en 1944.

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