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Totanés

Un verraco bimilenario

En la gran llanura entre los Montes de Toledo y la vega del Tajo, 30 kilómetros al suroeste de la capital de la provincia, concretamente en la plaza de Totanés, el visitante se encuentra con un impresionante verraco de granito, testimonio de la presencia de antiguos pobladores prerromanos en estas zonas. Está datado aproximadamente entre los siglos IV y II a.C. y su función real no queda clara, pero transmite como casi ningún otro la magia de estas esculturas zoomórficas. Pudo tener un uso ritual o bien sirvió como señalización de territorios ocupados. Una hipótesis indica que marcaría el límite del territorio vetón; otra explicación lo incluye en territorio carpetano con influencia vetona. En todo caso, su presencia da un empaque indiscutible a la plaza del pueblo, que concentra toda la vida cotidiana.

Allí están el ayuntamiento y la iglesia de la Inmaculada Concepción. En ella destaca su esbelta torre de aparejo de ladrillo y amplios vanos en arco de medio punto. Fue levantada en el siglo XIV y es de estilo mudéjar, aunque sufrió modificaciones posteriores.

En un paseo por el pueblo, por cierto, llamará la atención la plaza de los Leones, con una fuente circular presidida por una docena de pequeños leones de piedra.

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