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Villarejo de Montalbán

La riqueza generada por el río Cedena

El río Cedena tributa sus aguas al Tajo y durante siglos le dio la vida a Villarejo de Montalbán. El río Cedena, cuyo cauce da forma a un precioso paisaje de berrocales de granito y encinas, fue siempre fuente de vida en esta localidad situada 70 kilómetros al oeste de Toledo, con un importante patrimonio vinculado al agua. Para empezar, ya los romanos construyeron un puente sobre el cauce, formado por dos arcos de medio punto y en muy buen estado de conservación. Luego, andando los siglos, gracias a los recursos hídricos empezaron a desarrollarse la agricultura y la industria molinera, de la que aún quedan dos pequeñas muestras. El molino de Campanero, mal conservado, ubicado junto al puente medieval del mismo nombre (restaurado no hace mucho), y el molino de En Medio, pequeño pero con una presa parcialmente conservada hecha de granito.

Ya en en siglo XVI, y con el desarrollo de la población, se edificó la iglesia de la Virgen de la Paz, de nave única. Lo más destacado es el artesonado de madera que cubre el techo y la torre de estilo herreriano, construida en grandes sillarejos de granito. El templo está en pleno centro del pueblo, entre calles anchísimas y calles bajas, pequeño paraíso para pasear en tranquilidad.

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