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Aterrizar en el aeropuerto de Ibiza puede ser una experiencia extraña. Antes incluso de recoger el equipaje, el viajero se ve avasallado por un número creciente de carteles publicitarios, casi todos ellos (en una proporción de nueve a uno) de fiestas y discotecas. Para los que no puedan esperar, hay incluso un pequeño club dentro del aeropuerto, para combatir el jet lag y entrar en calor antes de poner un pie en la ciudad.
Para aquellos un poco más reflexivos hemos decidido hacer una pequeña guía de fiestas. Lo primero que deberíamos avisar es que hay que dejar los prejuicios en casa: en la isla de la diversión hay una velada ideal para cualquiera. Es la capital mundial de la electrónica, cierto, pero tiene inigualables fiestas de rock y hip-hop; es un destino joven, puede, pero hay sesiones donde la media de edad supera ampliamente los 40. Incluso, en alguna fiesta, te podrás encontrar con familias enteras, madres, niños y abuelos, bailando al ritmo de la misma música.
Si algo ha convertido a Ibiza en un destino especial es su alma heterogénea, el haber sabido abrazar a hippies, rockeros y clubbers de pro y contentar a todos, ofreciendo a cada cual lo suyo o incluso mezclándolos a todos. Gente con gustos diversos pero uno voluntad común: pasar un buen rato.
Pero entremos en materia, lo primero que habría que aclarar es que Ibiza tiene seis grandes discotecas. A saber, 'Pacha', 'Amnesia', 'Ushuaia', 'Privilege', 'Hï' y 'DC10'. 'Pacha' es la veterana y más elegante, 'Amnesia' la más gamberra, 'Ushuaia' la que apuesta por DJs famosos, 'Privilege' la más grande del mundo, 'Hï' la nueva y moderna y 'DC10' la caótica y underground. ¿Parece fácil verdad? Pues no lo es.
Estos son los rasgos más distintivos, pero hay muchos matices. Tantos como fiestas, y es que las discotecas cambian de música, decoración, ambiente y público cada noche. Mucho. Cada discoteca tiene varias sesiones distintas a la semana (normalmente siete, una por día) y la música puede variar mucho de una a otra. No puedes decidir dónde vas a ir solo en función del nombre de la discoteca. 'Privilege', por poner un ejemplo, tiene Afterlife, templo de la electrónica minimal y IAmARichBitch, la fiesta con más swag y twerking de la isla. 'Pacha' tiene la veterana F***k me I’m Famous del comercial y exitoso David Guetta, Solomun+1, que representa la electrónica más oscura y personal o Flower Power, una fiesta colorista que encumbra lo mejor del pop rock de los sesenta y setenta.
Precisamente los promotores de esta fiesta, Rossano Lucidi y Alessandro Gaeta, son los primeros en darnos un consejo muy práctico a la hora de salir de fiesta en Ibiza. "La oferta de ocio y lifestyle de la isla es tan amplia como atractiva", explican antes de recomendar el hotel boutique 'Destino', para salir por la tarde, y dividirse entre 'Pacha' ("nos sentimos en casa") y 'Amnesia' ("es muy auténtica") para los bailes más nocturnos.
Y es que aquí la fiesta empieza cuando quiere uno que empiece. En la actualidad están muy de moda las fiestas de tarde, con 'Ushuaia' como máximo estandarte, la mencionada 'Destino' como alumna aventajada e 'Ibiza Rocks' (no se dejen engañar por el nombre, aquí, sobre todo, hay pool parties con música electrónica) como última incorporación.
Lo de bailar a deshoras siempre ha sido algo muy ibicenco. El concepto de after hour se fraguó en sus discotecas. Dicen que empezó en los noventa en la desaparecida 'Space', que cerraba a las seis y abría a las ocho de la mañana, aprovechando un vacío legal, para servir desayunos y buena música. Las autoridades acabaron con este tipo de fiestas. Al menos de forma organizada; a la salida de las principales discotecas hay muchos relaciones captando clientes despistados con ánimo de seguir la fiesta. Ahora no se llaman afters, sino "villas"; una referencia a los lugares donde se celebran, inmensos chalés, normalmente en zonas tranquilas. Tienen poco de legales pero mucho de divertidas, especialmente si conoces a la gente indicada y entras en una gratuita, normalmente organizada por algún DJ, con barra libre y buena música.
Hemos mencionado las discotecas más famosas pero hay muchas más. "No solo hay que fijarse en los clubes grandes", apunta Katie Hayley, periodista especializada en electrónica y residente en la isla desde 2013. Ella destaca las fiestas de Cocoon en 'Amnesia' y Paradise en 'DC10' para los amantes de la electrónica. Como contrapunto recomienda Children of the Eighties para "beber, bailar y pasarlo bien con los amigos escuchando música ochentera". De Madonna a Village People (que tuvieron una actuación allí este mismo verano). Pero más allá de los carteles de relumbrón, Hayley aconseja buscar en una ruta alternativa. "Los clubs pequeños tienen mucho que ofrecer, pequeñas joyas como 'Pikes' o 'Sankeys' son muy recomendables", afirma.
A su lista habría que añadir 'Lío', 'Cova Santa' o 'Heart', tres locales de lujo que amenizan la cena con espectáculos y la sobremesa con las actuaciones de DJs diferentes. Del petardeo gay de La Troya, en 'Heart', a los ritmos urbanos de Borami, en 'Lío', pasando por la fiesta hippie Woomoon, de 'Cova Santa', que en apenas dos años se ha convertido en una de las imprescindibles con su mezcla de electrónica y músicas del mundo. El año pasado habilitó un pequeño parque con animación a la entrada para que los padres pudieran dejar a sus hijos al cuidado de monitores y echarse unos bailes. Aunque este año eso se ha perdido, es bastante normal encontrarse con familias enteras bailando en su interior a última hora de la tarde.
Todos estos locales buscan un público diferente al de las grandes discotecas y precisamente por ello ofrecen músicas diferentes. 'Sankeys' se centra en la electrónica más inglesa. 'Pikes' bascula entre el rock y el italodisco, con una media de edad que fácilmente supera los 40. Perderse en sus jardines es una de las mejores experiencias y su entrada, a diferencia del resto, es gratuita. 'Swag', un pequeño club de playa d'en Bossa nada a contracorriente y ofrece lo mejor del hip-hop y el R&B. Pero volvamos a lo que ha hecho famosa a Ibiza, volvamos a la electrónica.
Ramiro López es un asiduo a la isla desde hace años. Nominado a mejor DJ revelación en los premios DJ Awards (un buen termómetro para saber quién promete cada año en la isla), este manchego, con más de 20 años de experiencia a las espaldas, habla de vibraciones, de público y de gente a la hora de recomendar una fiesta. Y es que la música siempre es importante, más para alguien como él, pero cuando se habla de discotecas hay un intangible que en Ibiza juega un papel crucial: el ambiente. López recomienda Circoloco, del 'DC10', destacando la conexión entre público y DJ, y Cocoon de 'Amnesia', por razones más prosaicas. "Amnesia tiene uno de los mejores sistemas de sonido de la isla y es una gozada ver a Sven Väth o a cualquiera de los invitados exprimiéndolo al máximo", asegura.
Puede que la figura del DJ haya experimentado un auge en los últimos años, y puede que Ibiza sea el lugar donde más se les ha entronizado. Pero sigue habiendo en la isla fiestas conceptuales, que apuestan todo a la estética y la diversión, teniendo la música como telón de fondo sonoro, como excusa para bailar sin entronizar la figura del DJ ni apostar todo a su nombre. En ese sentido, la mencionada Flower Power es una de las más veteranas. Camas con dobles de John Lennon y Yoko Ono, pin ups, serpentinas y muchas flores amenizan una velada para rememorar tiempos (y músicas) mejores. ElRow es otra fiesta que apuesta fuerte por el decorado y la diversión. Su concepto es colorista, circense y, la verdad, bastante impresionante. Mantiene ciertas ideas pero cambia en su concepto cada semana, adaptando a su estilo la estética china, brasileña o fantástica. Su nueva residencia en 'Amnesia' le ha sentado especialmente bien.
En el extremo opuesto se encuentra 'Ushuaia'. La discoteca a cielo abierto más popular de la isla ha apostado por nombres de relumbrón. DJs comerciales que hacen las delicias de los más jóvenes y que ejercen de reclamo por sí mismos. Martin Garrix, David Guetta, Dimitri Vegas & Like Mike, Kygo… La fiesta que ejerce de contrapunto ante tanta fama es Ants, que apuesta por sonidos más oscuros y un público más variado.
Llegados a este punto el lector se habrá hecho una composición de lugar, pero cabe destacar algunos aspectos logísticos para terminar de organizar unas vacaciones fiesteras. Lo primero es visitar la web especializada Ibiza Spotlight, un calendario online de cada fiesta, según día y discoteca.
Un consejo, más allá de los grandes nombres de DJs conviene mirar la letra pequeña; al fin y al cabo el cabeza de cartel suele pinchar tres o cuatro horas y está bien saber quién va a ser el encargado de poner música el resto de la noche.
Otro problema importante son las entradas. Conviene comprarlas con antelación porque en la puerta son más caras. Es fácil encontrar algún tipo de promoción o descuento paseando por los bares del centro o hablando con los responsables de los numerosos puntos de venta.
Y, por último, pero no menos importante, ven preparado para bailar y alargar la fiesta hasta bien entrada la madrugada, la mañana o la tarde. Esto es Ibiza y aquí se sabe cuándo empieza la fiesta, pero no cuándo termina.
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