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Día de San Blas

Zerain, Gipuzkoa/Guipúzcoa

Si le duele la garganta, encomiéndese a San Blas, como hacen los vecinos de Zerain cada 3 de febrero, cuando acuden hasta la ermita del santo a celebrar misa y, de paso, merendar en un ambiente festivo y en un entorno de robles y prados. Es uno de los días más especiales para todos los vecinos del municipio. Y es que cuenta la leyenda que San Blas fue un hombre realmente bondadoso que hasta llegó a salvar la vida a un niño al que se le había quedado una gran espina de pescado atravesada en el gaznate. Así que, por si acaso, los zeraindarras le rinden homenaje en la ermita que sus antepasados construyeron en el siglo XVII para luego disfrutar de una estupenda merienda en su honor.

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