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Carranque

Joya arqueológica del mundo romano

Que se diga que Carranque conserva una joya del mundo romano no es una exageración. Basta con ver su parque arqueológico: es una auténtica belleza. En la comarca de la Sagra, a orillas del Guadarrama, encontramos uno de los conjuntos monumentales más importantes de la Hispania romana, descubierto en 1983 tras el hallazgo casual de un mosaico. Tras las excavaciones pertinentes aparecieron la Casa de Materno, el Mausoleo y el Edificio Palacial. De este quedan visibles solamente el nacimiento de los muros exteriores e interiores y dos espectaculares columnas que dan idea de la rica decoración que tuvo. La Casa de Materno, por su parte, es la parte residencial de una villa romana dedicada a la explotación agropecuaria de finales del siglo IV. Se trata de un edificio de planta cuadrada en el que se conservan veinte habitaciones pavimentadas con mosaicos, algunos de ellos verdaderamente impactantes. Al lado, el Torcularium es un edificio que estuvo dedicado a la elaboración de aceite y vino. Y entre la Casa de Materno y el Edificio Palacial se encuentra el Mausoleo, un edificio de carácter funerario donde debieron de ser enterrados el dueño de la villa y su familia. La visita al parque tiene un precio de cinco euros, pero bien pagados están. Y ya que se está allí, sale gratis acercarse al casco urbano de Carranque para ver, por ejemplo, la iglesia de Santa María Magdalena (siglo XVI), que guarda una magnífica custodia de plata dorada, con 260 diamantes y 23 esmeraldas, o la plaza Charcas, donde la fuente de Carlos IV es un testimonio palpitante del tiempo en que los habitantes del pueblo iban allí a aprovisionarse de agua. Y también pueden invertirse unos minutos en pasear por la plaza Eras (la del ayuntamiento), con su parque arbolado y su quiosco para la música. La ermita de San Dimas, del siglo XIX, completa el patrimonio monumental del pueblo.

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