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Iglesia parroquial de San Juan Evangelista

Blanca, Murcia

Construida sobre los cimientos de una antigua mezquita mudéjar, la iglesia parroquial de San Juan Evangelista se planeó originalmente en el siglo XVI. Por fuera destaca porque, a pesar de que tuvo una remodelación en el siglo XVII, no muestra rasgos sobrecargados como solían hacer los edificios en esa época. Es como si se adelantara al estilo más sencillo de la siguiente centuria. Su decoración es la justa para no abotagar a los sentidos: una puerta oscura con un arco de piedra, una cruz de Santiago, un campanario sobrio y unas fachadas lisas y de piedra. Más elegante, imposible. 

El interior, cubierto por bóvedas, sigue siendo igual de sencillo si exceptuamos la cantidad de pinturas al fresco que posee, de personajes bien dibujados y coloridos y que nos conducen por un pasillo central a sus varias capillas. Destaca la del baptisterio porque está cubierta con mármoles de colores claros, al igual que la parte superior del altar. De entre las múltiples esculturas del templo, sobresale la patrona de Blanca, la Virgen de los Dolores, vestida con sustuosos ropajes.

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