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china en madrid

Lugares donde celebrar el Año Nuevo Chino en Madrid

Pequeña China castiza

Actualizado: 09/02/2021

Fotografía: Sofía Moro

Se acerca el Año Nuevo Chino. Es verdad que Usera es actualmente el Chinatown de Madrid pero, antes de que el distrito madrileño alcanzara ese estatus, había una zona en el centro de Madrid que ostentaba ese título. A pesar de todo, la calle Leganitos y aledañas siguen siendo hoy en día una referencia para disfrutar de la cultura del gigante asiático. 

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La comunidad china abandona ya su aciago año de la Rata e inaugura el año del Buey. El 12 de febrero se celebra el Año Nuevo Chino y, por este motivo, no está de más pasarse por un área situada a pocos metros de la Plaza de España y con la Gran Vía como eje central. Supermercados, peluquerías y centros de estética; cafeterías modernas, librerías, carnicerías, parafarmacia… Establecimientos donde la numerosa comunidad china residente en Madrid puede comprar todo lo necesario, pero también un lugar de descubrimiento para los occidentales aficionados al exotismo oriental.

calle leganitos
La Gran Vía asoma desde la calle Leganitos.

Mercados, tiendas, cafeterías y restaurantes chinos en Madrid

1. 'Hualian Market' y 'Supermercado Oriental'

Los que se animan a preparar recetas de la gastronomía asiática (ya sea tailandesa, coreana, china, vietnamita o japonesa) pueden encontrar en los locales de esta todo lo necesario. Los supermercados están escrupulosamente limpios, tienen las descripciones de los productos en castellano y sus precios son más que ajustados. En la calle Leganitos hay dos ('Hualian Market', en el número 33 y ‘Supermercado Oriental Plaza de España’, en el 20), y entrar en cualquiera de ellos es, para los cocinillas de andar por casa, como visitar un auténtico parque temático de la cocina.

hualian market
'Hualian Market', donde compran las familias chinas.

Están tan bien surtidos que merece la pena dedicarle tiempo. Hay de todo. Desde golosinas y refrescos (aperitivo de soja, cacahuetes con wasabi, ternera seca picante, dulces de coco…) hasta tés e infusiones (de maíz tostado, pu-erh, jazmín, oolong, negro con limón, verde con arroz integral, de arroz, de raíz de loto, de jengibre, matcha…) pasando por platos preparados (dim sum, todo tipo de sopas deshidratadas…), verduras fermentadas, arroces, aceites, pasta de gambas, salsas de pescado y otros condimentos, e incluso bebidas alcohólicas (sake, vino con sabor a mora o licor de ciruela).

salsas chinas
También hay salsa de soja para celíacos.

Especial mención merece la sección de tallarines porque, además de los clásicos elaborados con harina de trigo, los hay de arroz, de patata, de taro, de soba o de boniato y además, en diferentes grosores, lo que es perfecto para aquellos que sufren alguna intolerancia alimentarias. Es más, los celíacos pueden incluso encontrar salsa de soja sin gluten.

En cuanto a productos frescos, no hay que dejar de visitar el Mercado de los Mostenses. Es una de las plazas de abastos con más historia de Madrid, inaugurado en 1946, que se ha consolidado hoy como uno de los mejores espacios de gastronomía multicultural de la ciudad. El mercado cuenta con tiendas de verdura y frutas de origen asiático. También pueden acudir a la carnicería china del número 2 de la calle del Álamo, especializada en carne de cerdo por si tienen intención de cocinar las famosas empanadillas chinas o wonton.

pasillo supermercado oriental
Un supermercado para visitar sin prisa.

2. Cafeterías 'Teami' y 'Sieté'

Una merienda también es una buena idea para celebrar, en esta ocasión, el Año Nuevo Chino en Madrid. En Asia son muy comunes los bubble tea, batidos de té con leche, nata, queso o frutas a los que se añaden unas bolitas de tapioca, un almidón extraído de la yuca o de gelatina. Se suele servir en vasos grandes de plástico y se toma con unas pajitas gruesas que permiten tragar las perlas junto con el líquido. 'Teami' (Leganitos, 9) por ejemplo, es una cafetería decorada en rosa, blanco y dorado, muy instagrameable gracias a su pared de rosas falsas y otros detalles decorativos.

En su carta de Bubble Milk Tea destacan recetas como taro toon, matcha, original té verde o una explosiva mezcla a base de mango, judía roja, coco, vainilla, rosa, melón, chocolate y lavanda. Tienen tés de sabores frutales (limón, aguacate, naranja, pomelo…) y granizados (mango, fresa, oreo, taro, sandía…) aunque los que prefieran las bebidas más tradicionales también hay tés y cafés además de una selección de pastelería exótica.

carteles establecimientos chinos
Leganitos, centro neurálgico de la cultura china.

Otra de las cafeterías más apetecibles –aunque en estos momentos y por sus pequeñas dimensiones solo sirve bebidas para llevar– es 'Sieté' (Álamo, 8) porque en su carta hay muchas especialidades elaboradas con queso como alternativa a la nata, que no duda en aplicar en tés frutales (de mango, arándano o melocotón) o tés (oolong, verde o primavera).

teami
En 'Teami' conviene echar un vistazo a la carta de Bubble Milk Tea.

Además, cuenta con recetas originales (té negro con leche con kanten, una jalea semitranslúcida y sin sabor que contiene una buena cantidad de fibra, lo que hace que los postres sean buenos para las dietas, ya que es muy saciante. Y ahora que el matcha está tan de moda, cuentan con una variada selección (con Oreo y queso, con Azuki o el matcha especial de la casa). Para redondear, cuentan con postres como Pastel de crema con mango, fresa u Oreo y, para los que gusten descubrir sabores nuevos en 'Sieté' ofrecen el Pastel de carne seca con mochi, esto último es un pastel japonés hecho de mochigome, un pequeño grano de arroz glutinoso.

3. Galería Cultural Dynasty y librería 'Liang You'

China se ha convertido en una potencia económica mundial y aprender chino ayuda en el posicionamiento laboral. La Galería Cultural Dynasty (Plaza de Santa María de Soledad Torres Acosta, 2) es un espacio interesante de obras y artículos de caligrafía, decoración, juegos de mesa tradicionales (go, mahjong), teteras de hierro, menaje de cocina… y tiene una característica especial: su dueño escribe cada día en una pizarra situada en su fachada, una palabra en chino con su correspondiente traducción al castellano y la tipografía hanzi, así los clientes pueden animarse a seguir estudiando en alguna de las escuelas y centros especializados. En la Galería Cultural Dynasty se imparten, además, clases de caligrafía china de forma individual, a 20 euros la hora con material incluido.

libreria liang yu
Libros de Gabriel García Márquez traducidos al chino, entre otros tesoros.

Pero no es el único espacio donde ampliar conocimientos sobre la cultura y los valores de una sociedad milenaria. La librería 'Liang You' (Leganitos, 22) es una de las más antiguas de la capital ya que abrió en 2004. A pesar de que la tecnología está quitando protagonismo al formato papel, en sus estanterías se pueden encontrar títulos de literatura china, japonesa y coreana, perfectos para aquellos estudiantes que quieren avanzar en su aprendizaje. Cuentan, por ejemplo, con las obras de Gabriel García Márquez traducidas al chino. Además, hay cómics, revistas y todo tipo de artículos de papelería relacionados con el manga y el anime cuyos fans encontrarán un filón en figuritas de plástico o chapas. Y, para los aficionados a las manualidades, un sin fin de originales washi tapes con los que trabajar.

libreria liang yu
Una visita que volverá locos a los seguidores del 'anime'.

4. Restaurantes 'Casa Lafu'

El Huo-Guo es una olla colocada en el centro de la mesa donde bulle un caldo caliente, nutritivo y aromático, y donde los comensales van "dando sustancia" con ingredientes al gusto. "Más que una comida es una ceremonia donde participan todos los comensales", aseguran en 'Casa Lafu' (Flor Baja, 1) se centra en la gastronomía china moderna y sus especialidades se basan en la cocina de la provincia china de Sichuan.

casa lafu
'Casa Lafu', uno de los principales restaurantes chinos de la capital.

De su carta destacan los dim sum, la pasta casera y por supuesto, el Huo-Guo. "Primero, los comensales eligen el tipo de olla y de caldo. Después seleccionan la salsa que, a lo largo de la comida se va reemplazando y, atención, porque lo que queda en el plato vuelve a la olla para darle sabor –describen en el restaurante–. Lo siguiente es pedir los ingredientes (frescos o precocinados que echar al puchero. Puede ser carne, verduras de hoja, setas, tofu, tallarines, mariscos, etcétera. Se llevan a la mesa cortados en láminas muy finas o porciones pequeñas". Se introducen en la olla, se cuecen… Y a comer.

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