Recetas de Cocina Internacional sencillas para hacer en casa
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El borschtsh es un gran desconocido en nuestro país. Aquí, la mayor parte de las veces se sirve frío y como una especie de gazpacho en los veranos calurosos. Y aunque hay que reconocer que esta versión no está nada mal, el auténtico no es exactamente así. Hablamos de una sopa caliente, o al menos templada, con distintos tubérculos (chirivía, remolacha, apionabo blanco), repollo y verduras, que se sirve con nata agria o crème fraîche.
Esta crema de berenjena se come en todos los países de Oriente Próximo. Además de en Irán, en Turquía, India o Paquistán, lugares de donde es originaria esta verdura extraordinaria, apta para cualquier ocasión, deliciosa en todas las formas –muy variadas– en que se puede cocinar y, en especial, en esta en la que está ahumada. Siempre hay que añadirle un toque ácido, del zumo de limón, o del yogur con el que en otros lugares se prepara, o de los bérberos que a veces se esparcen por encima.
Son de las empanadas individuales más ricas del mundo. Tienen semejanza con las de la provincia vecina de Santiago del Estero y también con las chilenas. Se sirven bien calientes y se comen tomándolas con la mano en posición vertical, para evitar que el caldo escurra caliente sobre el brazo, mientras se termina la preparación de las brasas del asado en parrilla.
La cocina portuguesa da mucho de sí en esta especialidad del picar, pues su clima, aunque atlántico, es muy semejante al nuestro. Emparentadas con los buñuelos de bacalao de España, las pataniscas son, siempre, deliciosas. Y muy fáciles y rápidas de elaborar.
Es uno de los platos típicos de la gastronomía de Medio Oriente, sobre todo de la región de Turquía y Armenia. La base es un pan plano, fino y redondo, que se hornea con una cobertura a base de carne picada y un sofrito de cebolla, tomates, ajo, hierbas y alholva.
La cocina de Marruecos es una de las mejores para preparar algunas delicias de picar, puesto que sus habitantes comen siempre con las manos. Además es una comida muy sabrosa, refinada y en cierta forma parecida a la peninsular, que guarda aún muchos de los usos, costumbres, técnicas y preferencias de los musulmanes árabes, iraníes, bereberes y de otras tribus del norte de África que habitaron sus tierras. En esta ocasión, te proponemos unos pinchos de kebab a la parrilla –también se pueden preparar al horno– acompañados de una salsa de yogur.
Del recetario italiano te proponemos un plato donde la pasta no está presente. Solo tienes que cocer en un caldo de ave unas piezas de pollo o pavo, que cubriremos con una salsa con atún, anchoas, alcaparras y huevo, todo montado con aceite al estilo de mayonesa –hay quien le aporta un toque de mostaza–. Por cierto, que esta salsa es más habitual servirla con el vitello tonnato, un clásico redondo cocinado entero de la misma forma que se ha recomendado para el pollo, pero en caldo de ternera.
Y para terminar, un postre. Son unas crujientes cintas retorcidas de masa, aderezada con anís o aguardiente y las ralladuras de cítricos, a las que hay que dar un ligero tostado en abundante aceite. Finalmente, se espolvorean con azúcar molida para que estén bien dulces.