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En Lleida no solo hay niebla. También unos parajes pre pirenaicos espectaculares donde perderse. Forest Days es un glamping instalado en medio del Solsonés (parte Norte del Pre pirineo catalán) con altitudes que oscilan entre los 800 y los 2300 metros. Ofrece un único tipo de cabaña: Las Tiendas, pero son suficiente.
Construcciones en tela de algodón blanco quebrado y forma circular de 25 m2 de superficie útil ancladas al suelo para acampar y dormir como los angelitos. En las inmediaciones hay un baño eco de madrea para cada tienda perfectamente acondicionado. En el jardín, diferentes piezas de mobiliario elaboradas con las maderas propias de la zona dan un plus de confort haciendo posible crear diferentes espacios al aire libre para disfrutarlos en exclusividad. Interior y exterior quedan iluminados con lámparas solares y tienen una estufa de madera provisionada por si cae la temperatura o se visita la tienda fuera de la temporada de verano. Otro plus es la posibilidad de añadir pequeñas tiendas para niños con su espacio independiente para que compartan la experiencia.
En caso de buscar algo de movimiento, desde el glamping pueden hacerse excursiones por ensenadas serpenteantes hasta las aguas azules del embalse de Llosa del Cavall o hasta la hermosa Panta de San Ponç donde uno puede tomarte un merecido mojito después de un duro día de kayak.
L’Estarit es un punto caliente en la Costa Brava para practicar submarinismo o snorquel. Su playa homónima es una de las más anchas de esta parte del litoral con profusión de especies marinas en el entorno de las Islas Medas. El Camping Estartit está a solo 100 metros del centro del pueblo y 300 de la playa, pero lo suficientemente lejos para ver el interior poco conocido de la zona. Se ubica en el interior de un valle, a los pies del Massís del Montgrí.
Ofrece tres tipos de alojamiento en armonía con el entorno: El Lodge, el Mini Lodge y el Pod. El primero es una espectacular casa de madrera rodeada de árboles que mira sobre un precipicio. Equipada completamente para dos adultos y dos niños con todos los electrodomésticos necesarios, baño propio, aire acondicionado, calefacción…
Lo mejor son las puestas de sol desde su amplia terraza con vistas al mar entre las ramas de los pinos. El mini-lodge es una tienda para dos que ya toca el suelo y no dispone de baño dentro. Un espacio recogido para acampar en plena naturaleza. El Pod —capacidad para dos adultos y dos niños— es una pequeña cabaña redondeada con baño propio y todas las comodidades, incluido un mini porche propio y zona infantil de juegos.
Dormir en lo alto de la copa de un árbol —concretamente a entre 5 y 9 metros de suelo de un Pino negro — es el sueño de muchos lectores de Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Puede hacerse en medio del Parque Natural del Montnegre-Corredor, con toda la intimidad que el entorno permite. Si bien la experiencia que ofrece este glamping es absorbente —despertarse con el canto de los pájaros, la luz natural…— las cabañas de árbol de Cabanes Dosrius ofrecen las comodidades justas.
Para ser respetuosos al máximo con el entorno y el medioambiente, están elaboradas con materiales reciclados y no disponen de electricidad ni de agua corriente en su interior. Tienen un WC químico y una zona de lava manos con una garrafa de agua para la higiene personal. En la cabaña central, está el servicio de duchas y de toallas. Tienen siete tipos distintos de cabaña (las bautizan con nombres de setas autóctonas de la zona: llanega, cep, gírgola...), todas especiales. El desayuno amanece colado en una cesta liada a una cuerda hay que subirlo (embutidos, varios tipos de panes, croissants, zumos y cafés) y la cena tiene que encargarse a parte.
A 45 minutos de Barcelona ciudad, Sitges no solo es la meca del target LGTBI y las fiestas de Carnaval. Fundado en 1962, El Garrofer es pionero en el sector del turismo de lujo al aire libre y uno de los primeros en la órbita del glamping de calidad sostenible (en enero de 2020 obtuvieron la certificación de compromiso con la sostenibilidad turística BIOSPHERE). Dispone de Tipis, Domos, Tiendas tipo Safari y Lofts de madera integrados entre los pinares con todos los detalles y comodidades de una casa.
También, otros que no tenemos normalmente como buhardillas, muebles rústicos de diseño y terrazas privadas de madera tipo porche. Los que busquen vacaciones activas les alegrará saber que disponen de pistas de pádel, cancha multideporte, máquinas de fitness, mesas de ping pong, parque infantil, piscinas, zona de barbacoas eléctricas, minimarket con productos frescos de la zona y clases deportivas dirigidas…
En cuanto a la oferta gastronómica, su restaurante La Sinia está especializado en arroces, carnes y pescados enteros a la brasa y en su terraza, La Vermú, podéis, además de degustar un cóctel, descubrir a artistas locales que vienen a presentar su música en directo.
Las 11 cabañas amuebladas al estilo boutique de Can Bora Lodges quedan abrazadas por la tranquilidad y la paz de la intacta naturaleza que las rodea. Quienes hayan viajado a la Polinesia Francesa encontrarán guiños en los baños y las áreas comunes que les recordarán a este lujoso destino turístico. Confort; lujo zen y espacio. Cada rincón del glamping está concebido para la relajación y desconexión respetando la intimidad de cada vivienda. La mayoría de las cabañas tienen cocina equipada en el interior.
Por su ubicación, el glamping ofrece muchas posibilidades para realizar turismo activo; como rutas de montaña a pie o en bicicleta, practicar golf o salir en canoa por el río Ter y recalar en una de las cascadas próximas para sumergirse en sus aguas. Los jueves de temporada alta ofrecen catas de vinos de la zona a sus huéspedes y cada mañana servicio de panadería (pan y croissants) recién hechos; cenas las noches de verano y barbacoas de gas de uso gratuito. Atención a su Honesty Bar (siempre abierto), con autoservicio de bebidas 24/7 que se abona a la salida.
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