{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Castellfollit de la Roca

Suspendido en el aire

Compartir

Así se encuentra Castellfollit de la Roca, un pueblo con encanto que desafía la ley de la gravedad al situarse en lo más alto de un acantilado basáltico de 50 metros formado hace millones de años por la superposición de dos coladas de lava. Con poco más de un kilómetro cuadrado de extensión, es uno de los municipios más pequeños de Cataluña y, al mismo tiempo, de los más reconocibles por su inconfundible estampa.

Un buen modo de acercarse a Castellfollit es mediante un itinerario que permite acceder a pie al municipio y recorrer aquellos puntos de especial interés patrimonial y paisajístico. Las sinuosas calles de origen medieval del casco viejo, el espectacular mirador de la plaza dedicada al escritor Josep Pla y la iglesia vieja, convertida en museo hace más de treinta años, son los principales atractivos de un pueblo que no deja indiferente. El campanario de la iglesia de Sant Salvador ofrece unas vistas impresionantes de la Garrotxa.