Iglesia de San Francisco de Asís

Villafranca del Bierzo, León

Qué ver

Se sube a uno de los puntos más altos de la villa, justo detrás de la plaza Mayor. Desde el siglo XIII y desde allí compite con el resto de iglesias, conventos y templos que se reparten la localidad para ver quién es más monumental, un bien de interés cultural. Para ello este convento utiliza su mejor arma, su ubicación. Levanta sus dos enormes torres por el cielo de la localidad como desafiando a las alturas, como si quisiera demostrar que el Bierzo solo la eleva a ella. Además, no se ha querido impregnar de un solo estilo. Ella quería innovar, vestir sus piedras de un traje colorido y diferente que la hicieran destacar.
Aunque decantó su estructura por la sencillez imprimiéndole el románico a sus plantas y a su portada, el ábside tenía que ser diferente, para ello se enredó en el gótico durante la ampliación del siglo XV. Es por eso que desde fuera parece un extraño palacete, a caballo entre la sencillez monumental de los muros y la ostentosa elevación de los techos y las torres. Pero lo cierto es que San Francisco no sorprende únicamente vista desde fuera, subida a un altar natural; el interior refleja su belleza en el retablo mayor, enorme y churrigueresco, el coro plateresco, austero como buen franciscano, y las tallas como la de la Virgen de la Expectación sorprendentemente expresiva. Un espectacular templo que llevará al visitante a la ascensión ascética en León simplemente al contemplarlo. Una de esas raras bellezas que no dejan indiferente a nadie.