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Palacio Arrue

Segura, Gipuzkoa/Guipúzcoa

En la villa de Segura, el número tres es divisible. El palacio Arrue es la suma de cada una de sus partes y cada una se combina entre sí para otorgarle un estilo único presente a lo largo de sus más de cuatro siglos de vida. De esa forma, en la planta baja sobresale el gran arco de entrada, sobre columnas góticas, que rompe el ritmo de una pared de mampostería con tono rosáceo. Por tanto, el primero de sus trozos destaca por su color. Encima de él, el ladrillo toma protagonismo. Este engrandece sus balconadas y el soberbio escudo en relieve proporciona la verdadera dimensión de la obra. Finalmente, la última parte de este bello palacio es la corona de arquillos de estilo aragonés. Sin duda, un aire mudéjar en plena Gipuzkoa, digno de ser contemplado. Y es que el desvío por la calle Zurbano de Segura merece la pena fundamentalmente por los detalles de su rica decoración. En este último tramo, se aprecian medallones de terracota con cabezas de querubines (ángeles guardianes). El conjunto de este edificio nobiliario presenta como resultado su armonía. Un trozo de Aragón en Gipuzkoa. Un palacio, el de Arrua, en Segura.

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