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Villasequilla

Tradición vitivinícola en la ribera del arroyo Melgar

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Villasequilla se asienta en la ribera del arroyo Melgar, entre el valle del río Tajo y la Mesa de Ocaña. Estamos en la zona central de la provincia, 20 kilómetros al este de la capital, a las puertas de la Mancha toledana.

En un pueblo tranquilo y de gran tradición vitivinícola, sobresale el perfil de la iglesia de la Magdalena, construida en el siglo XVI y con varias actuaciones posteriores. La torre-campanario alberga en su parte posterior un reloj, visible desde buena parte del pueblo. En la misma plaza Mayor se encuentra el ayuntamiento, construido en ladrillo, con un gran balcón y rematado por un reloj.

A las afueras ese encuentran otros dos puntos de interés, uno de carácter histórico y el otro natural. El primero es el asentamiento-castillo de la Virgen de Melgar, en el despoblado del mismo nombre, donde se han hallado restos romanos, visigodos, musulmanes y cristianos; del castillo quedan un aljibe y los cimientos de las murallas y de las torres. El segundo lugar es la microrreserva de los Saladares de Villasequilla, que no resulta espectacular a la vista, pero es de gran riqueza botánica.

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