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Una encantadora azotea en el puerto de Jávea donde saborear la vida lenta, en un edificio de los años 50 recientemente transformado. Desde aquí podrás admirar toda la bahía de Jávea mientras desayunas, cenas o te tomas un cóctel. En su exquisita decoración percibirás las influencias de Ibiza o Marruecos, que convierten el espacio en una cálida y acogedora terraza en plena escollera y con vistas privilegiadas al Mediterráneo.
Benidorm también esconde terrazas donde las horas se pasan volando.. Desayunar, comer o cenar en ‘D-vora’ -el restaurante del ‘Gastrohotel RH Canfali’- es como hacerlo en un balcón sobre el mar con vistas panorámicas, mientras haces un viaje por un mundo de sabores. Su seña de identidad son los platos elaborados con materias primas de la Comunidad Valenciana, pero abordados desde un punto de vista creativo y con algún toque fusión, que podrás probar en platos tan exóticos como su taco caribeño con patacón. La coca alicantina de sobrasada, brevas, gorgonzola y naranja, o el arroz meloso trufado de presa ibérica, tirabeques y velo de papada de Joselito nos recuerdan dónde estamos: en un rincón privilegiado de nuestro litoral donde el Mediterráneo se cuela por cada rincón.
El último proyecto gastronómico de José Manuel Miguel -chef del restaurante ‘Beat’ (2 Soles Guía Repsol) ubicado en ‘The Cookbook Hotel’- está en la Playa de la Fossa: una zona turística de Calpe, donde ‘Mare’ llama la atención por su estilo mediterráneo, con una minimalista decoración en tonos pastel, que nos recuerda a los beach bar de California.
Aquí, el pescado y el marisco se reinventan en platos como la ensaladilla de sepia con wasabi peas o las gyozas de marisco con ponzu pero también mantienen su esencia en otros como su arroz marinero de la lonja de Calpe. El enfoque nikkei está muy presente, con originales ceviches, causa limeña o refrescantes tiraditos. En ‘Mare’ también encontrarás una pequeña tienda de ropa veraniega con marcas seleccionadas.
En la larguísima playa de arena de San Juan encontramos un histórico chiringuito que lleva desde 1940 sirviendo los mejores arroces de la zona: arroz de marisco, negro o con bogavante, pero también otros muy típicos de Alicante, como el arroz con costra o el de conejo y caracoles. De entrantes, elige las cañaíllas, las quisquillas, las croquetas de gamba y el calamar de la bahía. Lo suyo es la cocina tradicional marinera, pero su carta de vinos también merece una mención: tienen más de 300 referencias nacionales e internacionales. ¿Su lema? En ‘Casa Julio’, todos los días son domingo.
El estilo de vida mediterráneo era esto: ‘El Cranc' es un restaurante con estética de chiringuito y tres décadas de historia en la tranquila Playa de la Olla, con el que Altea, pueblo blanco conocido en todo el Levante por su luminosa belleza, reivindica su carácter marinero. La ensalada alteana o su selección de salazones con tomate rosa de Altea son solo el comienzo de un delicioso festín alicantino, donde el aspencat con migas de bacalao, el calamar relleno o su sepionet dan continuidad a su esencia. El Arroz del Cranc (con atún, ajetes y alcachofas) es el colofón a una comida para recordar. Si prefieres los arroces caldosos pide el de rape, almejas y gambas, o el de gallineta y calabaza. También hacen por encargo un guiso de pulpo, patata y alcachofa, o langosta con patatas y huevos de corral que nos teletransporta a las vecinas Islas Pitiusas. Aquí es imposible equivocarse.
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/guia_ALF_6897.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "La panadería de barrio que cautiva a los Soles de Madrid")
